Senado aprueba sin cambios la Ley de la Industria Eléctrica; pasa al Ejecutivo

La legislación fue aprobada por 68 votos a favor y 49 en contra y fue enviada al Ejecutivo Federal para que surta sus efectos constitucionales

Con 68 votos a favor y 49 en contra, el Senado de la República aprobó en lo particular y sin cambios el dictamen de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, y lo envió al Ejecutivo Federal para sus efectos constitucionales.

De esta manera, la iniciativa preferente del presidente Andrés Manuel López Obrador, superó el trámite parlamentario con el apoyo de Morena, Partido del Trabajo (PT) y Partido Encuentro Social (PES).

Durante una sesión a distancia, la mayoría rechazó las más de 100 propuestas de modificación, presentadas por senadoras y senadores de Morena, Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido del Trabajo (PT), Movimiento Ciudadano, Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Por lo tanto, los artículos 3, 4, 12, 26, 35, 53, 101, 108 y 126 del proyecto de decreto, así como su apartado transitorio, que fueron reservados, quedaron en los términos del dictamen.

Luego de su aprobación en lo general y en lo particular, el documento fue enviado al Ejecutivo Federal para sus efectos constitucionales.

El coordinador de la bancada morenista en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, señaló que la aprobación fue “un acto de congruencia y en defensa de nuestra soberanía energética”. En su cuenta de Twitter, comentó que la reforma propuesta por el presidente López Obrador fortalecerá a la Comisión Federal de Electricidad y “ayudará a evitar el desmantelamiento de las instituciones del Estado”.

La senadora panista, Xóchitl Gálvez Ruiz, mostró una cartulina en la que se leyó “nos vemos en la Corte”, en alusión a la pretensión de controvertir la legislación en la Suprema Corte de Justicia la Nación.

De la misma manera colocó un moño negro en la tribuna por considerar que “es un día de luto para el planeta porque la capa que nos cubre es delgada y se está acabando y sé que no les importa”.

La noche del martes, el Senado aprobó con 68 votos a favor y 58 en contra en lo general y los artículos no reservados del dictamen que reforma la Ley de la Industria Eléctrica, en materia de autosuficiencia energética.

El proyecto, enviado en la modalidad de iniciativa preferente por el presidente Andrés Manuel López Obrador se aprobó con 68 votos a favor de Morena y sus aliados y 58 en contra del PAN, PRI, MC y PRD, durante un debate de casi cuatro horas, en una sesión digital, en la que el bloque opositor insistió en que la reforma viola la Constitución y tratados internacionales y contaminará el ambiente.

Mientras tanto, el grupo mayoritario refrendó que se recupera la rectoría del Estado sobre sus recursos eléctricos, y se fortalece la soberanía nacional, con base en lo establecido en la Carta Magna.

No hay un solo artículo que contravenga el propósito del Constituyente”, recalcó el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, casi al final del debate en el que la panista Nohemí Reynosa reprochó a los morenistas la negativa a llevar a cabo un parlamento abierto y haber aprobado a toda prisa y sin cambios la minuta. “Para ustedes lo único importante es escuchar a su patrón, que despacha desde Palacio Nacional y que ahorita está jugando baseball”.

La respuesta fue inmediata: “No se trata de quién es nuestro patrón, porque el patrón de todas y todos nosotros es el pueblo, es al que nos debemos y es el que nos paga, solo que aquí haya senadores a los que les pague Iberdrola y vengan entonces a defender otros intereses”, señaló la senadora de Morena, Ana Lilia Rivera.

La senadora del PRI Claudia Ruíz Massieu sostuvo que era un “día negro”, al regresar al pasado al devolver a CFE el monopolio de la electricidad y auguró que quienes la aprobaron se arrepentirán “cuando por muchos lustros tengamos que pagar compensaciones millonarias a los inversionistas privados extranjeros y mexicanos, cuyos derechos ustedes estarán violentando hoy”.

La senadora de Movimiento Ciudadano (MC), Verónica Delgadillo, calificó la reforma como un regreso a la década de los cincuentas, en la que, dijo, está anclado el Presidente de la República y en igual sentido se pronunciaron otros legisladores opositores como Julen Rementería, quienes insistieron en cuestionar que no se le quisiera cambiar “ni una coma” al dictamen, que significa una contrarreforma energética, por instrucciones del Presidente de la República.

“Podrán decir que cumplimos orientaciones del Presidente de la República, pero nunca que cumplimos orientaciones de Odebrecht, de Iberdrola, de Repsol” y tampoco que recibimos sobornos o bonos, como los que dieron a los legisladores que aprobaron la reforma energética de Peña Nieto”, que abrió el paso a las trasnacionales eléctricas y petroleras, recalcó el senador de Morena, Martí Batres.

Frente a la insistencia de la oposición de que esa reforma a la Ley de la Industria Eléctrica excluye a las empresas privadas, encarecerá la electricidad, porque la energía limpia es más barata y se generará severos daños al medio ambiente, como lo plantearon la priísta Silvana Beltrones o Indira Kempis, de MC, varios Morenistas expusieron argumentos en contra de esas percepciones.