CIUDAD DE MÉXICO
Entre todos los beneficios de la neurociencia, la capacidad de comprender cómo nos relacionamos con los demás a partir del control de nosotros mismos, es una de las más importantes a considerar en el camino del autoaprendizaje.
Para el especialista en neurociencia aplicada a la Productividad, Jaime Rubiel González, la coherencia y unicidad que logra alguien que conoce cómo manejar su propio sistema nervioso, le permite entender mejor a quien tiene enfrente para influenciarlo o presentarse como un ejemplo y autoridad a seguir.
Es por ello que el especialista señala que esto es posible a partir de la aplicación de técnicas basadas en la neurociencia, con la cual se puede entrenar al sistema nervioso a partir de la neuroplasticidad.
La neuroplasticidad —explicó Jaime Rubiel― es la capacidad que tenemos de moldear nuestro cerebro, para que aprenda y desaprenda, pero esta capacidad siempre va a estar acompañada del estrés.
Sin embargo, el experto en estudio del cerebro humano, consideró que el estrés es un factor y agente de cambio, que permite salir de lo cotidiano y que funge como un aliado clave para la neuroplasticidad, con el fin de adquirir nuevos conocimientos y, con ello, lograr cambios deseados en nuestra conducta.
El exceso de estrés es malo, pero la ausencia del mismo también lo es. ¿Por qué? Porque no existe control de las acciones o del comportamiento humano que no esté precedido por el estrés”, aseguró Jaime Rubiel.
Asimismo, señaló que sin importar la edad que se tenga, siempre se puede aprender algo y modificar conductas y comportamientos, aunque ello requiere esfuerzo y autoconocimiento.
La clave de la neuroplasticidad es que para alcanzarla de forma efectiva va a depender qué tan despiertos o somnolientos estemos, por lo tanto es clave desarrollar la capacidad de controlar nuestros niveles de alerta”, puntualizó Jaime Rubiel González.