Se va perdiendo la costumbre de confeccionar vestidos rarámuri

Cd. Cuauhtémoc, Chih.- Mujeres de la colonia Rayénari vistieron y exhibieron sus prendas típicas. Cada vestido, o falda y blusa, contiene más de 900 triángulos cosidos a mano, al igual que toda la tela que se utiliza. Les lleva hasta un mes confeccionarlo.

Cada juego lo venden en mil pesos, sin embargo su valor debería ser de 5 mil pesos, expresó la escritora Rosario Ordóñez, quien presentó su libro Sipúchaka, en esta ciudad. La obra literaria gira en torno al vestido tarahumara.

Ordóñez lamentó que el trabajo y el arte de estas prendas no se valore. Destacó que los más jóvenes de la etnia ya no le dan importancia y vaticinó que los chinos podrían en el futuro fabricarlos e incluso comercializarlos más caros.

A la par se montó una exposición fotográfica de 6 mujeres rarámuris, con imágenes que atraparon momentos vividos en el último Yúmare que celebraron en su asentamiento. En este evento religioso también captó gráficas Raúl Ramírez “Kigra”, fotógrafo profesional.

De tres en tres, las mujeres de la colonia Rayénari, se pusieron de pie para explicar su indumentaria. La variedad de colores, desde muy vivos hasta oscuros, con estampados o lisos, con triángulos o bastillados de telas combinadas, compartieron el tiempo que les lleva confeccionarlos y la gran cantidad de material que utilizan.

Hubo quien se sinceró y dijo: yo aprendí a utilizar la máquina de coser; pero aún y con el apoyo de la tecnología, a cada vestido le dedica al menos una semana.

El vestido lo han elaborado desde hace cien años. Antes de las telas vivas usaban mantas. Actualmente, la estructura es la misma, pero prefieren lo colorido.

Las mujeres compartieron que entre más nuevos son los vestidos, los guardan únicamente para fiestas. En la casa utilizan los más antiguos.

Durante el evento realizado en el Centro Cultural San Antonio, llevaron decenas de prendas para vender, para hombres y mujeres, niños y adultos, también wares, llaveros, pinole, cubrebocas y hasta discos compactos de la cantante Felícitas Durán, conocida como “La Mariposa de la Sierra”.

La exposición fotográfica permanecerá en la Sala “Esteban López Solís”, por un lapso aún no determinado. “Kigra” captó imágenes de la elaboración de la indumentaria de los matachines, el Sacrificio a Onorúame y la danza matachín, entre otros aspectos. También permanecerán ahí las fotografías tomadas con celular por las mujeres rarámuris, quienes tomaron un curso con “Kigra”.