El Instituto Nacional de las Lenguas Indígenas se creó hace 9 años, con el objetivo de dar un trato académico riguroso a la preservación de las más de 60 familias etnolingüisticas del país; su desaparición está en puerta
Este año la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró que entre 2022 y 2032 es declarado el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas del Mundo, pero esto no servirá de mucho al órgano mexicano garante de la preservación de estos idiomas originarios, el Instituto Nacional de las Lenguas Indígenas (INALI), pues su desaparición está en puerta.
Luego de que la prensa nacional adelantara esta decisión, ya remitida a la Cámara de Diputados por la Consejería Jurídica de la Presidencia, el futuro del INALI es convertirse en una suboficina de otro órgano ya muy golpeado: El Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI). De hecho, el INPI es una sombra ya del organismo que logró crear Xóchitl Gálvez a fin de que cada programa de gobierno incluyera una perpectiva favorable a los pueblos indígenas.
La ONU pretende que el Decenio llame «la atención del mundo sobre la difícil situación de muchas lenguas indígenas».
Hace un mes y medio, la diputada Eufrosina Cruz Mendoza cuestionó en comperecnecia a la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto porque el programa para el béisbol (el deporte favorito del presidente) «tiene más que un programa de cultura”, y le remarcó que sin presupuesto para el INALI las lenguas originarias no pueden ser defendidas. El problema está resuelto: no habrá más INALI.