El gobierno ve actos terroristas en las protestas, pues éstas no amainaron pese a recular con el incremento al precio del gas que las generó // Reportan 18 fallecidos y 4 mil 200 detenidos
Almaty. El presidente de Kazajistán, Ka-ssym Jomart Tokayev, rechazó ayer cualquier negociación con los manifestantes, quienes cumplen cinco días consecutivos de protestas contra su gobierno y autorizó a las fuerzas de seguridad a disparar a matar. Aseguró que las movilizaciones son obra de terroristas y sostuvo que con la ayuda de tropas enviadas por Rusia, ayer se restableció el orden en todo el país.
Las revueltas estallaron el domingo en las provincias, tras un alza en el precio del gas, y la ola de protestas se extendió a otras ciudades, y sobre todo a Almaty, la capital económica, donde las manifestaciones se convirtieron en violentos disturbios. Las fuerzas de seguridad reportaron 18 muertos civiles, 748 heridos entre sus efectivos, y al menos 4 mil 200 detenidos.
Un contingente de tropas rusas y de otros países aliados llegó el jueves a esta ex república soviética para apoyar al gobierno y proteger los edificios oficiales, junto a las fuerzas de seguridad locales.
Tokayev agradeció al presidente ruso, Vladimir Putin, quien respondió muy rápidamente a su pedido de ayuda.
He dado la orden de disparar a matar sin advertencia, declaró Tokayev en un discurso difundido por televisión, añadiendo que los terroristas siguen dañando bienes patrimoniales y usando armas contra los ciudadanos.
Nadie se ha identificado como líder de las protestas que además parecen ser espontáneas y sin organización, de acuerdo con opiniones de observadores. Tokayev rechazó cualquier negociación y prometió eliminar a los bandidos que han provocado estos disturbios, que según él son 20 mil y tenían un plan claro.
¿Qué tipo de negociación se puede tener con criminales, con asesinos? Nos hemos confrontado a bandidos armados y entrenados (…) Hay que destruirlos y es lo que haremos en poco tiempo agregó.
Consideró que son los medios libres y algunas personas quienes, desde el extranjero, juegan un papel instigador en esta crisis.
Al anochecer del viernes, en las calles de Almaty permanecían vehículos calcinados y charcos de sangre, aunque la circulación vehicular y peatonal se fue reanudando poco a poco, en tanto los camiones blindados de la policía patrullaban. La fachada del ayuntamiento, incendiado el miércoles, estaba ennegrecida y el humo seguía saliendo por las ventanas.
El gobierno de Putin y Tokayev coincidieron en declarar restablecido el orden en todas las regiones kazajas.
El Ministerio del Interior informó que 26 criminales armados murieron y que todos los edificios administrativos fueron liberados y puestos bajo mayor protección, con 70 puntos de control instalados en el país, según un comunicado.
La operación antiterrorista continúa, los militantes no han depuesto las armas. Los que no se rindan serán eliminados, agregó Tokayev.
Las autoridades intentaron inicialmente calmar a los manifestantes, sin éxito, al conceder una baja del precio del gas, destituyendo al gobierno e instaurando un estado de emergencia y un toque de queda nocturno en todo el país. Al margen del alza de precios, la cólera de los manifestantes estaba dirigida contra el ex presidente Nursultán Nazarbáyev, de 81 años, quien dirigió el país de forma autocrática desde 1989 a 2019, y conserva una gran influencia. Es además considerado el mentor del actual presidente.
Las autoridades kazajas decretaron el estado de emergencia hasta el 19 de enero y el toque de queda, que rige de las 11 de la noche hasta las 7 de mañana.
El 5 de enero, Tokayev aceptó la dimisión del gobierno en pleno y asumió la jefatura del Consejo de Seguridad Nacional, encabezado hasta entonces por Nazarbáyev.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, criticó ayer la presencia de efectivos de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva en Kazajistán, en el marco de las protestas.
Blinken aseguró que, a su juicio, las autoridades y el gobierno de Kazajistán tienen la capacidad de lidiar correctamente con las protestas, de hacerlo de una manera que respete los derechos de los manifestantes mientras mantiene la ley y el orden, según televisó la cadena de noticias CNN.
El Ministerio de Exteriores de Rusia calificó de descaradas las palabras de Blinken sobre el papel de las fuerzas rusas en Kazajistán, pues el funcionario comentó: Una vez que los rusos están en tu casa, a veces es difícil hacer que se marchen.
Hoy, el secretario de Estado, Antony Blinken, bromeó de manera descarada sobre los trágicos acontecimientos en Kazajistán, comentó la diplomacia rusa en su canal institucional de la plataforma Telegram y reviró: Una vez los estadunidenses estén en tu casa, puede resultar difícil mantenerse vivo.