El escándalo relacionado con la empresa estadunidense Baker Hughes no es en contra de mi hijo José Ramón, sino contra mí, por parte de Claudio X. González y periodistas deshonestos, corruptos y mercenarios, advirtió el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario llevó ayer a la conferencia de prensa matutina de Palacio Nacional al director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, para que explicara el historial de la contratista; al mismo tiempo pidió otra vez al gobierno de Estados Unidos que explique las razones del financiamiento a Mexicanos contra la Corrupción, asociación encabezada por Claudio X. González, uno de los autores de la nota en la que se involucra a José Ramón López.
El Presidente sostuvo que no conoce a ningún directivo de las petroleras ni recibe a quienes buscan contratos. Entonces, montaron todo esto, acusó, en relación al episodio elaborado por integrantes de ese grupo y un medio de comunicación digital, según el cual el alquiler de una casa en Houston, Texas, por la nuera de López Obrador, propiedad de un ex ejecutivo de la firma en referencia, ocurrió en medio de beneficios de Pemex a Baker Hughes.
El caso fue calificado por López Obrador como escándalo sin fundamento, calumnia y campaña de desprestigio. Claro, no en contra de José Ramón, lamentablemente los hijos de uno tienen que pagar por lo que hacen sus padres, y como mi trabajo es enfrentar a la mafia del poder y llevar a cabo, junto con muchos mexicanos, un proceso de transformación, pues no es en contra de él de manera directa, aunque los dañen, es en contra mía, dijo.
Llamó a los autores de la campaña a decir públicamente quiénes los financian y cuánto ganan, porque oficios como el periodismo o la política requieren imperativos éticos.
Romero Oropeza niega que haya empresas consentidas
Romero Oropeza negó que Baker Hughes tenga privilegios o adjudicaciones directas; al contrario, la mayor parte de las licitaciones para esa compañía se dieron en los dos sexenios anteriores (años 2008, 2012 y 2014).
Desmintió que la compañía haya obtenido una asignación directa en 2019 por 89 millones de dólares.
Lo cierto, expuso, es que se trató de una licitación pública en la que participaron seis empresas y la señalada ofreció un precio 42 por ciento menor. Añadió que la supuesta ampliación por más de 100 millones de dólares no es tal, sino órdenes de servicio previstos en los acuerdos referenciales permitidos por la ley, de ahí que la Auditoría Superior de la Federación no reportó ninguna irregularidad.
Explicó que las empresas vinculadas a la extracción tuvieron incremento de actividad porque Pemex ha logrado elevar sus inversiones. Para que quede más claro, en Pemex no hay empresas consentidas ni que hayan sido creadas en la presente administración, aseveró.
Puntualizó que Baker Hughes está en el quinto sitio dentro de las 25 empresas que más facturan a Pemex, la mayoría de las cuales prestan sus servicios a la paraestatal desde hace más de cinco décadas, y facturan la mitad de toda la inversión en Exploración y Producción.
Los incrementos en la facturación, agregó, se deben al aumento en la actividad en el ramo, lo cual se evidencia en los números de Pemex.