Un estudio señala que el recuento total de los daños tras la pandemia no ha sido posible por falta de análisis estandarizados
El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) advirtió que los cambios frecuentes, sin visión transexenal y carentes de un plan accionable en la política educativa a largo plazo, han dejado sin rumbo claro a las comunidades educativas.
“Sin herramientas ni una estrategia viable para apoyar a los docentes, nuestro país pierde la oportunidad para corregir las secuelas de la pandemia y encontrar formas innovadoras para que los estudiantes desarrollen habilidades, capacidades y competencias que serán clave para su aprovechamiento escolar y trabajo profesional”, señaló.
ACOMPAÑAMIENTO A DOCENTES
En este contexto, el Imco planteó que las autoridades educativas deben brindar certeza y acompañamiento al personal docente sobre las planeaciones curriculares y retomar las evaluaciones estandarizadas para guiar la política educativa con evidencia.
“El recuento total de los daños no ha sido posible por falta de evaluaciones estandarizadas, comparables y útiles para entender el estado educativo actual. Instituciones como el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), la Universidad Iberoamericana, el Banco Mundial y Mexicanos Primero generaron evidencia sobre el impacto del cierre escolar, a partir de encuestas acotadas o estimaciones. Sin embargo, no se levantaron datos oficiales. En ese sentido, los resultados de México en la prueba del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) que saldrán este año podrían dar mayor luz a la toma de decisiones. La página de la OCDE confirma a México como un país participante, a pesar de que el Imco no encontró un documento oficial que reconozca esta información”, agrega el análisis.
“Es imprescindible que se apueste por una política educativa de largo plazo al momento de promover cambios. Mejorar la formación de las niñas, niños y jóvenes en México debe convertirse en una prioridad”, demandó.
En un análisis sobre los sucesos más relevantes que han marcado el rumbo de la política educativa en la última década, en el que el Imco consideró que la transformación educativa que ha impulsado esta administración carece de una estrategia a largo plazo, basada en evidencia, y con acciones concretas para ser materializada en las aulas, lamentó que no se ha brindado a los docentes materiales de trabajo prácticos ni la capacitación o el acompañamiento para que puedan atender las necesidades actuales de los estudiantes.