La pandemia de Covid-19 aceleró la adopción de servicios financieros en América Latina. De 2021 a 2023 se incluyeron en el sistema financiero a 100 millones de personas, donde destaca un menor uso de efectivo y adopción de pagos digitales.
De acuerdo con el estudio “El estado de la inclusión financiera después de Covid-19 en América Latina y el Caribe: nuevas oportunidades para el ecosistema de pagos”, elaborado por Mastercard, el avance obedece a la incursión de las fintech, políticas de gobierno además de medidas adoptadas por los grandes jugadores financieros en la región.
“Estamos en niveles importantes de inclusión, muy a la par de lo que está pasando en el resto del mundo y con un consumidor que empieza a realizar pagos digitales. 66% de los latinoamericanos ha pagado o ha recibido dinero de forma digital y eso ha comenzado a transformar al consumidor”, dijo la vicepresidenta senior de desarrollo de mercado, inclusión Financiera para América Latina y el Caribe de Mastercard, Marcela Carrasco.
Avance tecnológico
Si bien los avances son notables por un fuerte avance tecnológico, un importante número de latinoamericanos sigue fuera de los servicios financieros, principalmente en zonas marginadas, mujeres, trabajadores informales, entre otros.
“Hay brechas muy importantes. 25% de la población latinoamericana sin ningún servicio financiero. Todavía están enfocados en usar únicamente efectivo y no tienen ningún acceso. Son áreas más atrasadas en zonas rurales, mujeres de bajos ingresos o que no tienen cómo demostrarlos, personas independientes o sin trabajo. Más o menos son 91 millones de personas que todavía no tienen un producto financiero”, dijo la directiva.
El documento detalla que 200 millones de personas en Latinoamérica se encuentran en etapas tempranas de inclusión financiera, con lo que, si bien ya tienen acceso a una cuenta u otro producto básico, pero si no se les apoya a tener mucho más opciones financiera, fácilmente regresarán al efectivo.
Entre los datos del documento, se destaca que, en lo referente al acceso al crédito, si bien 58% de los latinoamericanos tiene tarjeta de crédito, apenas 3 de 10 tiene acceso a otras formas de crédito, como préstamos, seguros o productos de inversión.
Así, la inclusión financiera no se distribuye de manera uniforme ya que sólo 59% de los encuestados de bajos ingresos y 40% de los encuestados que viven en las afueras de las grandes ciudades indicaron tener una cuenta.
Dinero en efectivo y acceso a créditos
En el caso del uso de efectivo en todos los países, se puede observar una baja para más de la mitad de los gastos mensuales de los consumidores. Específicamente, Argentina reportó una disminución del 20%, Brasil y México registran reducciones de 17% y en Perú y El Salvador, tuvieron una reducción de 8% y 5% respectivamente.
En el caso de México, la directiva resaltó que los avances que se han logrado en segmentos de la población con el Banco del Bienestar han ayudado a la inclusión; sin embargo, prevalecen retos en acceso a crédito.
“México, al igual que otros países con la digitalización ha forzado la aceleración de la inclusión de las personas. También las fintech jugaron un rol muy importante, el gobierno y las grandes instituciones financieras en esta evolución. En México se tienen oportunidades de acceso al crédito. Ese sigue siendo un reto y aceptación”, dijo.