La inconformidad surge luego que un grupo de docentes presentó una petición para que se retiren las cámaras de los salones
GÓMEZ PALACIO, Dgo.- Realizando un esfuerzo decidido por salvaguardar la seguridad y bienestar de sus hijos en las Escuelas Secundarias Técnicas (EST) de La Laguna de Durango, más de 700 padres y madres de familia se unieron y sostuvieron una reunión en la EST 26 para respaldar la instalación de sistemas de video vigilancia en las instituciones educativas.
Debido a la creciente controversia sobre la posible retirada de las cámaras debido a la oposición de algunos docentes que alegan una invasión a su privacidad, los padres de familia se unieron para fijar su postura, pues un grupo de docentes presentó una petición para que se retiren las cámaras de los salones de clases.
Ante ello, los padres y madres de familia emitieron un comunicado en el que manifiestan su profunda preocupación por la seguridad de sus hijos en las escuelas, además de que han financiado la instalación de sistemas de video vigilancia con sus propios recursos.
Sin embargo, recientemente un grupo de docentes ha presentado una petición para que se retiren estas cámaras, argumentando que se vulnera su privacidad y que las cámaras interfieren con su desempeño en el aula.
En la asamblea los padres y madres de familia expresaron de manera unánime su apoyo a la permanencia de las cámaras de monitoreo en las escuelas. Argumentaron que la seguridad de los estudiantes debe ser una prioridad y que las cámaras no solo previenen incidentes de violencia y vandalismo, sino que también ayudan a esclarecer situaciones problemáticas cuando surgen.
El temor de que algunos docentes puedan ocultar hechos que podrían afectar gravemente a sus hijos de manera irreversible fue un punto crucial en la discusión. Se mencionaron casos en los que, lamentablemente, no se ha hecho lo suficiente para esclarecer eventos trágicos como muertes y agresiones graves por acoso escolar hacia los alumnos.
Elizabeth García, una de las madres presentes en la asamblea, comentó: “Nuestros hijos deben estar bajo vigilancia para protegerlos”.
“Nosotros no podemos permitir que se retiren estas cámaras que hemos financiado con tanto esfuerzo. Queremos que nuestros hijos estén seguros en la escuela, y las cámaras son una herramienta esencial para lograrlo. Los docentes deben comprender que se trata de la seguridad de nuestros hijos”, afirmó la presidenta del Comité de Padres de la EST 75.
En tanto que, Joel Ortiz, padre de familia de la EST 68, señaló que “lo más correcto es priorizar la seguridad sobre la privacidad”. Y sugirió que aquellos que se oponen a la instalación deberán asumir responsabilidad por lo que pueda ocurrir a sus hijos.
Asimismo, la señora Perla, madre de familia de la EST 68, agregó que “las personas que se oponen a las cámaras dan mal a que pensar, ya que los niños tienden a comportarse mejor cuando están bajo supervisión”.
Además de afirmar la necesidad de mantener las cámaras, se discutió la posibilidad de implementar medidas adicionales para mejorar la dinámica de trabajo en los planteles y fomentar un ambiente de aprendizaje más seguro. Esto incluyó la promoción de un mayor diálogo entre padres, madres, sus hijos y las figuras educativas, así como aumentar la supervisión de los padres sobre sus hijos.
La asamblea concluyó con la formación de un comité de padres de familia que colaborará con las autoridades escolares para buscar el diálogo con los docentes inconformes y encontrar un equilibrio entre la seguridad de los estudiantes y la privacidad de los maestros. Con base a lo anterior, expresaron que tienen la esperanza de que este proceso de diálogo permita resolver la controversia y mantener las cámaras de video vigilancia en las escuelas, garantizando así un ambiente seguro para la educación de sus hijos.