El escritor noruego Jon Fosse fue reconocido el jueves con el Premio Nobel de Literatura por unas obras de teatro y una prosa que “dan voz a lo indescriptible”, según la Academia Sueca.
Su obra está enraizada “en el lenguaje y la naturaleza de su origen noruego”, dijo Anders Olsson, presidente del comité que otorga del galardón.
“Me sorprendió que me llamaran, pero al mismo tiempo no. Los últimos 10 años me he preparado con cautela para la posibilidad de que esto ocurriera”, dijo Fosse, de 64 años, a la televisora pública noruega NRK. “Recibir la llamada fue una gran alegría”.
Es uno de los dramaturgos más representados de su país y ha escrito alrededor de 40 obras, además de novelas, cuentos, libros infantiles, poesía y ensayos. En su fallo, la Academia dijo que reconoció su trabajo “por sus innovadoras obras de teatro y prosa que dan voz a lo indescriptible”.
Mats Malm, secretario permanente de la Academia, quien fue el encargado de anunciar el premio, telefoneó a Fosse para informarle de su victoria. Según contó, el escritor estaba manejando por una zona rural y prometió regresar a casa con cuidado.
Fosse es el cuarto noruego en alzarse con el Nobel, después de Bjornstjerne Bjornson (1903), Knut Hamsun (1920) y Sigrid Undset (1928).
“A New Name: Septology VI-VII” (“Un nuevo nombre: Septología VI-VII”) — descrita por Olsen como su “obra cumbre” — fue finalista en el Premio Booker Internacional en 2022.
En un comunicado distribuido por su editorial, Samlaget, Fosse dijo que consideraba el Nobel “como un premio a la literatura que, ante todo, pretende ser literatura, sin otras consideraciones”.
El Nobel incluye un premio económico de 11 millones de coronas suecas (un millón de dólares) procedentes del legado de su creador, el inventor sueco Alfred Nobel. Además, en las ceremonias de entrega en diciembre los ganadores reciben una medalla de oro de 18 quilates y un diploma.
El año pasado, la Academia reconoció a la escritora francesa Annie Ernaux por la “valentía y agudeza clínica” de sus libros, basados en sus orígenes en un pequeño pueblo de Normandía, una región del noroeste de Francia. Fue la decimoséptima mujer entre los 119 galardonados.
El Nobel de Literatura ha sido criticado por centrarse demasiado en autores europeos y norteamericanos, y mayoritariamente en hombres.
En 2018 no hubo ganador tras las acusaciones de abusos sexuales que sacudieron a la Academia Sueca, que nombra al comité de literatura del Nobel, que provocaron el éxodo de sus miembros. La academia se renovó pero volvió a ser criticada por conceder el de 2019 al austriaco Peter Handke, que ha sido calificado de apologista de los crímenes de guerra serbios.
En esta edición, los científicos Moungi Bawendi, del MIT; Louis Brus, de la Universidad de Columbia, y Alexei Ekimov, de Nanocrystals Technology Inc., ganaron en la víspera el Nobel de Química por su trabajo con puntos cuánticos, unas partículas diminutas que “tienen propiedades únicas y ahora arrojan su luz desde las pantallas de televisión y bombillas LED”.
El Nobel de Física fue a parar el martes a la física francosueca Anne L’Huillier, al científico francés Pierre Agostine y a Ferenc Krausz, nacido en Hungría, por lograr el primer vistazo en diminutas fracciones de segundo sobre el mundo ultrarrápido de los electrones.
La hungaroestadounidense Katalin Karikó y el estadounidense Drew Weissman ganaron el Nobel de Medicina por descubrimientos que permitieron el desarrollo de vacunas de ARN mensajero contra el COVID-19.
Aún quedan por anunciar los galardones de la paz y economía, en un proceso que concluye el 9 de octubre.