El gobierno alemán colapsó el lunes luego de que el canciller Olaf Scholz perdiera un voto de confianza en el Parlamento, lo que agravó una crisis de liderazgo en toda Europa en un momento de crecientes desafíos económicos y de seguridad. La guerra en Ucrania se ha intensificado, y Rusia lanza amenazas cada vez más …
Gobierno de Alemania se derrumba en momento peligroso para Europa

El gobierno alemán colapsó el lunes luego de que el canciller Olaf Scholz perdiera un voto de confianza en el Parlamento, lo que agravó una crisis de liderazgo en toda Europa en un momento de crecientes desafíos económicos y de seguridad.
La guerra en Ucrania se ha intensificado, y Rusia lanza amenazas cada vez más graves contra Kiev y sus simpatizantes. El presidente electo Donald Trump está a punto de tomar posesión de su cargo en Estados Unidos, lo que plantea nuevas interrogantes sobre las relaciones comerciales y la defensa militar de los europeos. El gobierno de Francia —socio de Alemania en el liderazgo de Europa— cayó a principios de este mes.
Y ahora, la mayor economía de Europa estará en manos de un gobierno provisional, antes de las elecciones previstas para principios del próximo año.
El lunes, los legisladores alemanes votaron a favor de disolver el gobierno actual, con 394 votos a favor, 207 en contra y 116 abstenciones.
Esta votación, que se produce apenas nueve meses antes de las elecciones parlamentarias previstas, marcó un momento extraordinario para Alemania. Las elecciones, previstas ahora para el 23 de febrero, serán la cuarta elección anticipada en los 75 años transcurridos desde la fundación del Estado alemán moderno. El momento refleja una nueva era de política más fracturada e inestable en un país con un largo historial de coaliciones duraderas basadas en consensos laboriosos.
Scholz no tuvo más remedio que tomar la medida extraordinaria de convocar al voto de confianza después de que su coalición tripartita se desmoronara en noviembre, poniendo fin a meses de amargas disputas internas y dejándolo sin una mayoría parlamentaria para aprobar leyes o un presupuesto.
Sin embargo, es probable que la incertidumbre política del país dure un mes o más, y que no se forme un nuevo gobierno permanente hasta que los partidos hayan acordado una coalición, probablemente en abril o mayo.
Siete partidos participarán en la campaña para el Parlamento con posibilidades reales de obtener escaños, y algunos movimientos de la periferia política —especialmente de derecha— se perfilan para obtener buenos resultados, según las encuestas. En general, se espera que Scholz sea destituido como canciller, y las encuestas sugieren que la conservadora Unión Cristianodemócrata está en condiciones de terminar en primer lugar, muy por delante de los socialdemócratas de Scholz.
La campaña probablemente estará dominada por varios temas que han aquejado a Europa en los últimos años. Tanto Alemania como Francia están inmersas en debates sobre cómo reactivar sus economías debilitadas, cerrar las crecientes divisiones sociales, aliviar las ansiedades de los votantes por la inmigración y reforzar la defensa nacional.
Tanto ellos como sus socios de la Unión Europea miran con recelo a Rusia, donde el presidente Vladimir Putin ha intensificado sus amenazas sobre el uso de armas nucleares en medio de la guerra de Moscú contra Ucrania.
También están preocupados por su relación económica con China, que se ha vuelto un competidor formidable para muchas de sus industrias más importantes, pero que no se ha convertido en el floreciente mercado de consumo de productos europeos que los líderes habían previsto durante mucho tiempo.