“Revisité todos estos recuerdos y dije, ha sido una buena vida”, expresó Rocío Aguirre sobre este ejercicio personal donde revisó 14 años de fotografías para la creación de su libro y que implicó toda una aventura que parece la premisa de una película. Durante la época de confinamiento, decidió retomar este proyecto y regresó a su país …
Rocío Aguirre, una fotógrafa entre la publicidad y el arte: “No me quiero quedar cómoda en un lugar”

“Revisité todos estos recuerdos y dije, ha sido una buena vida”, expresó Rocío Aguirre sobre este ejercicio personal donde revisó 14 años de fotografías para la creación de su libro y que implicó toda una aventura que parece la premisa de una película. Durante la época de confinamiento, decidió retomar este proyecto y regresó a su país de origen a rescatar una maleta llena de revelados fotográficos de las manos de un antiguo amor.
“Fue un proceso muy complicado, principalmente por la solicitud de permisos de imagen. También fue intenso porque tuve que revisitar todo mi pasado visualmente. Tengo presentes todas las fotos que he hecho en mi vida y mientras las veía, me acordaba de lo que pasó en este momento, incluso, la temperatura exacta”, compartió Rocío en una conversación para Crónica Escenario.
En 2019, la fotógrafa sale de Chile para estudiar en España. Ante la falta de industria en varias áreas profesionales del país, los artistas chilenos han declarado que se ven obligados a viajar a otros países para ampliar sus oportunidades de crecimiento. “Tal cual. Me fui a España porque sentía que había llegado a un tope. Me pude quedar ahí y vivir económicamente bien, pero yo no quiero eso en mi vida. No me quiero quedar cómoda en un lugar”, declaró la fotógrafa.
El valor de la intimidad cotidiana
Descubrió la magia de la fotografía mientras acompañaba a sus padres a su trabajo en una agencia de publicidad en la capital. A los 15 años, en compañía de amigos, comienza a tomar fotografías que retrataban paisajes urbanos con una cámara analógica y montó una exitosa exposición en el sótano de una casa de cultura. Esa visión artística y documental donde destaca el valor de lo cotidiano que comenzó en su adolescencia, presenta evidencia de su evolución en el libro Rocío [2008-2022].
A lo largo del libro se encuentran escenas de la juventud latinoamericana que nació en los noventas, personas en la playa, fiestas con amigos, los excesos, la desnudez, la rebeldía, el amor y letreros neón.
“Admiro mucho la fotografía que hace Nann Goldin, donde expresa su vida y su intimidad, sin ánimo de juzgar lo que está pasando, sino meramente como un espectador. Entonces, a lo largo de la recopilación del libro, son fotos que iba haciendo sin saber qué fin iban a tener, pero que al final me doy cuenta que no hay juicios, es solamente decir: esta es mi vida. Muy objetivo, pero al mismo tiempo muy íntimo”, añadió.
Entre las anécdotas que compartió sobre su realización, destacó que para hacer la selección, tapizaba toda una habitación con las fotografías, pero tapaba con folios los desnudos por si entraba alguien. Ante esto, su novio, Antón Álvarez (C. Tangana) le decía: “cómo puede ser que vas hacer 500 copias del libro y va a estar en todo el mundo, pero lo estás tapando en tu propia casa”, mencionó entre risas.
“Aún no soy consciente todavía del impacto que tiene el libro y del hecho de que la gente le pueda dar su interpretación. Cuando se lo regalo a alguna amiga cercana y de repente empieza a ver las partes más íntimas, aun me pongo nerviosa. Ya sé que todo el mundo lo ha visto y que lo hice a propósito, pero me cuesta mucho soltarlo, todavía sigue siendo muy mío”, mencionó la fotógrafa.








