El trauma que les genera a las niñas y niños la migración podría dejar secuelas, los niños juegan a ser la migra y se tratan mal. Esta es una situación recurrente a lo largo de su trayecto, donde junto con sus padres y madres, viven el maltrato físico, psicológico y emocional al que las autoridades mexicanas los …
«Estoy salvando a mi hijo de la guerra»: Migrante desplazado por violencia en Colombia

El trauma que les genera a las niñas y niños la migración podría dejar secuelas, los niños juegan a ser la migra y se tratan mal. Esta es una situación recurrente a lo largo de su trayecto, donde junto con sus padres y madres, viven el maltrato físico, psicológico y emocional al que las autoridades mexicanas los someten para impedirles el libre tránsito hacia la frontera con Estados Unidos de Norteamérica.
A las 7:00 horas llegó una nueva oleada de migrantes a Chihuahua, quienes denunciaron que el personal de migración, la Guardia Nacional, policías estatales y municipales los tratan como delincuentes, cuando su único objetivo es llegar a tierras norteamericanas,
William es originario de Colombia, viaja en un grupo conformado por 8 adultos y 5 niños, quien relata que el trayecto no ha sido nada sencillo, “En realidad la gente nos trata muy bien, se solidariza con nosotros y apoya”.
Esta persona en situación de movilidad, como muchas otras, coincide en que el problema radica en el trato que les brinda la autoridad, “Migración nos trata como si uno fuera basura y viniera de pronto a robarles”.
Entre sus compañeros la percepción no cambia, “Lo tratan a uno de la patada, y quieren agredir, nos hablan con malas palabras y no nos dejan seguir”.
A ellos les toca esconderse, porque los agentes del Instituto Nacional de Migración no los deportan a su país, sino que los regresan a Villahermosa, en Tabasco para que reinicien su trayecto o bien desistan en el intento.
“Pierde uno mucho tiempo, pero sobre todo el sufrimiento que le causan a los niños, la queja es la misma de todos, el tratado feo y la humillación, los niños ya están traumados, empezaron a jugar a la migra y empezaron a agredirse y pelear, una réplica de lo que vivimos”, relata William. Este grupo salió desde el mes de octubre de su país, y es el tercer intento para llegar a su meta, donde en cada intento el problema se agrava, tanto a nivel psicológico y económico.








