Un recuerdo vívido que Marco Adán Quezada guarda de su infancia es con su padre afuera del hoy Estadio Monumental de Beisbol, en Cuauhtémoc. El señor, pitcher curtido en la Sexta Zona del campeonato estatal, lanzaba “rolitas” con respetable velocidad al niño para que éste las atrapara sin miedo. Esto lo ha acompañado toda la …
















